Las terminales aéreas, terrestres y fluviales presentan desafíos específicos, vinculados a los medios de transporte y su impacto en la movilidad urbana.
El diseño ha evolucionado hacia espacios híbridos e interactivos, integrando tecnologías avanzadas para mejorar la experiencia del usuario. Cada terminal debe adaptarse a las necesidades del transporte que sirve, garantizando eficiencia y seguridad. La planificación meticulosa y la gestión operativa son esenciales para manejar grandes flujos de personas y mercancías. En definitiva, estas terminales enriquecen el tejido urbano y cultural de las ciudades, transformándose en verdaderos centros urbanos dinámicos y multifuncionales.