Las infraestructuras logísticas y las zonas francas están en constante evolución para adaptarse a los cambios globales en los patrones de consumo y producción.
Estos espacios, fundamentales en la arquitectura del comercio global, requieren un enfoque que articule innovación tecnológica, sostenibilidad y una integración fluida en el entorno urbano. La capacidad de responder a las demandas emergentes y la adaptación a las nuevas dinámicas globales son clave para mantener su relevancia y eficiencia.
En este reporte analizamos cómo las infraestructuras logísticas y las zonas francas están transformándose en respuesta a las demandas de una economía global interconectada. La adaptación a prácticas como el nearshoring, la automatización y la diversificación de las cadenas de suministro ha generado nuevas necesidades en términos de diseño y sostenibilidad. A su vez, la integración de tecnologías avanzadas, junto con un enfoque en la sostenibilidad energética y ambiental, están redefiniendo estos espacios como motores de desarrollo económico y social. A través de casos de estudio, ahondamos en cómo estos centros logísticos se han convertido en polos de innovación, esenciales para el crecimiento y la resiliencia urbana.