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Tiempo de lectura: 9 minutos
Desde un enfoque en el bienestar hasta la proliferación de espacios híbridos, el diseño en la industria de la hospitalidad está atravesando una transformación impulsada por factores económicos, ambientales y tecnológicos en constante evolución. Más allá de lo estético, las tendencias en diseño para 2025 responden a una estrategia que busca equilibrar funcionalidad y experiencia, adaptándose a las nuevas expectativas de los huéspedes.
En una industria concebida para anticipar y satisfacer las necesidades de sus usuarios, el diseño arquitectónico de hoteles y resorts juega un papel fundamental en la creación de espacios funcionales, memorables y alineados con los estilos de vida contemporáneos. La diversificación de los entornos hoteleros permite atender simultáneamente a distintos perfiles de viajeros—familias, parejas, grupos de amigos y huéspedes en solitario—ofreciendo experiencias personalizadas y adaptadas a sus necesidades específicas.
En este contexto, modelos como las branded residences y los hoteles de estadías prolongadas reflejan cambios en los hábitos de viaje y en la creciente demanda de mayor comodidad y personalización. Al mismo tiempo, el concepto de lujo accesible cobra relevancia, impulsando el interés por opciones que combinan exclusividad y flexibilidad, redefiniendo así la experiencia hotelera del futuro.
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Hotel Montevideo | Uruguay
Los terceros espacios hacen check-in.
El diseño arquitectónico hotelero está experimentando una transformación significativa, alejándose de los esquemas convencionales y compartimentados para dar paso a espacios más fluidos y con un propósito definido. Áreas que antes estaban subutilizadas—como vestíbulos excesivamente grandes o amenidades redundantes—están siendo reinventadas como entornos dinámicos y multifuncionales que responden a las nuevas necesidades de los huéspedes.
Los vestíbulos, tradicionalmente concebidos como zonas de tránsito para el check-in y check-out, han evolucionado hasta convertirse en hubs de interacción social y productividad. Hoy, estos espacios integran cafeterías, bares, estaciones de trabajo y áreas de reunión, ofreciendo una experiencia más versátil y alineada con los hábitos contemporáneos de los viajeros. Un ejemplo de esta tendencia es la estrategia de Ace Hotels, que ha convertido sus lobbies en puntos de encuentro vibrantes donde locales y huéspedes pueden trabajar, socializar o simplemente disfrutar del ambiente.
Esta transformación también se refleja en el auge de los clubes privados dentro de los hoteles, que no solo refuerzan el sentido de comunidad en las grandes ciudades, sino que también funcionan como un "tercer espacio" ideal para la creciente cultura del trabajo remoto. Según un informe de JLL Hotels & Hospitality, la demanda de espacios de coworking en hoteles ha aumentado un 20 % en los últimos cinco años, impulsada por la necesidad de entornos flexibles que combinen hospitalidad y productividad. Marcas como Soho House y The Ned han capitalizado esta tendencia, ofreciendo membresías exclusivas que permiten a los huéspedes y residentes acceder a espacios de trabajo, networking y ocio en un mismo lugar.
Al transformar áreas infrautilizadas en espacios activos y generadores de ingresos, la industria hotelera no solo mejora la experiencia del huésped, sino que también optimiza su modelo de negocio en un mercado cada vez más competitivo.
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Hotel Montevideo | Uruguay
Lujo accesible: la sofisticación en clave experiencial.
La revolución digital y las redes sociales han redefinido el lujo, democratizando su acceso visual y fomentando reinterpretaciones y colaboraciones estratégicas. Hoy, las marcas priorizan la creación de experiencias emocionales sobre la exclusividad del producto.
Esta evolución se refleja con especial claridad en el diseño de interiores de los espacios comunes en hoteles y residencias de alta gama, donde la selección de materiales, patrones y piezas únicas se convierte en un recurso narrativo. Elementos cuidadosamente curados no solo representan la identidad cultural del entorno, sino que también contribuyen a la desaturación visual del espacio, generando una sensación de sofisticación en capas.
Este enfoque, alineado con la tendencia del lujo discreto, prioriza una estética refinada pero accesible, donde la calidad y el diseño prevalecen sobre la ostentación. La narrativa visual se simplifica, permitiendo que la arquitectura y el interiorismo transmitan una sensación de exclusividad sin recurrir a excesos decorativos. En la hospitalidad contemporánea, este concepto redefine la experiencia del huésped, ofreciendo entornos que equilibran confort, identidad y una conexión emocional auténtica con el espacio.
La personalización redefine la hospitalidad global.
Durante décadas, las grandes cadenas hoteleras replicaron un modelo arquitectónico estandarizado, aplicándolo de manera uniforme en distintas locaciones sin una conexión real con su entorno. Esta estrategia priorizaba la coherencia de marca sobre la identidad local, resultando en espacios donde el huésped podía encontrarse en cualquier parte del mundo sin percibir diferencias significativas. La arquitectura y el diseño interior respondían a una estética globalizada, desvinculada del contexto cultural inmediato.
Hoy, la industria de la hospitalidad ha evolucionado hacia un enfoque más auténtico y contextual. La curaduría del diseño se ha convertido en un elemento clave, permitiendo que los hoteles de una misma cadena adopten identidades diferenciadas según su ubicación.
Este cambio responde a la creciente demanda de experiencias personalizadas. Según un informe de Skift Research, el 73 % de los viajeros de lujo prefieren hoteles que reflejen la cultura del destino en su diseño y oferta de servicios. En respuesta, importantes cadenas hoteleras han adoptado un enfoque más curado, integrando elementos arquitectónicos autóctonos y colaborando con artesanos locales para ofrecer una experiencia más auténtica.
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REEC | Ecuador
Branded residences: la consolidación de un modelo.
Lejos de diluirse, el concepto de marca en la hospitalidad está evolucionando hacia un modelo más sofisticado y rentable: las residencias de marca (branded residences). Este formato, que fusiona la exclusividad de la vivienda de lujo con los estándares operativos de las grandes cadenas hoteleras, ha demostrado ser una estrategia altamente atractiva tanto para desarrolladores como para inversionistas. Según un informe de Savills International Development Consultancy, el mercado de residencias de marca ha crecido un 160 % en la última década, con más de 640 proyectos en desarrollo a nivel global.
El atractivo de este modelo radica en su capacidad para extender la identidad y el prestigio de una marca hotelera más allá de la estadía temporal, ofreciendo a los propietarios una experiencia residencial alineada con los valores de la firma. Ejemplos icónicos incluyen el Armani Hotel & Residences en Dubái, el Bulgari Hotel & Residences en Londres y el Versace Residences en Australia, donde el diseño, la arquitectura y los servicios reflejan la esencia de cada marca.
Para los desarrolladores, las residencias de marca representan una fórmula eficaz para mitigar riesgos financieros y atraer compradores de alto poder adquisitivo, quienes buscan no solo una propiedad, sino una experiencia de vida respaldada por un nombre de prestigio.
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Selenza Spa | Uruguay
Con B de bienestar: el wellness diseña la experiencia.
El Wellness y bienestar ya no son tan solo una opción para la industria hotelera: se ha convertido en una expectativa de los huéspedes. Atrás quedaron las épocas en las que los gimnasios y Spas de los hoteles se resolvían a los metros cuadrados sin uso definido o contaban con equipamiento desactualizado. Hoy, según un informe de Savills Hotels, el 82 % de los viajeros de lujo considera que el bienestar es un factor determinante al elegir un hotel, lo que ha llevado a las marcas a redefinir su propuesta de valor.
Esta tendencia se traduce en un enfoque holístico que abarca desde el diseño arquitectónico hasta la oferta de servicios. Las amenidades orientadas al bienestar—como gimnasios de última generación, spas terapéuticos y opciones gastronómicas saludables—se han convertido en elementos esenciales en los hoteles de alta gama.
Uno de los cambios más notables es la incorporación de amenidades de bienestar dentro de las habitaciones, como iluminación circadiana, espacios dedicados a la meditación y equipos de fitness personalizados. Marcas como Equinox Hotels han llevado esta tendencia al siguiente nivel, diseñando habitaciones optimizadas para el descanso y la recuperación física, con colchones de alto rendimiento y control avanzado de temperatura y sonido.
Por otro lado, el spa tradicional con salas de tratamiento individuales está evolucionando hacia experiencias de bienestar más inmersivas y sociales. Los nuevos conceptos incluyen spas mixtos con amplias áreas comunales de hidroterapia, inmersión en frío y circuitos de aguas termales, inspirados en tradiciones de bienestar ancestrales.
Este enfoque no solo responde a la demanda de los huéspedes, sino que también representa una estrategia clave para la diferenciación y rentabilidad en la industria hotelera.
La hospitalidad del futuro: flexible, personalizada y experiencial
La evolución de la hospitalidad refleja un cambio profundo en la manera en que los viajeros experimentan los espacios y servicios hoteleros. La personalización, la integración del bienestar y la redefinición de los espacios comunes han dejado de ser tendencias pasajeras para convertirse en pilares estratégicos del diseño hotelero. La industria se adapta a un huésped que busca experiencias auténticas, flexibles y alineadas con su estilo de vida.
A medida que el sector sigue innovando, la clave del éxito radicará en la capacidad de los hoteles para equilibrar funcionalidad, identidad y exclusividad sin perder de vista la rentabilidad. La hospitalidad del futuro no solo ofrecerá un lugar donde alojarse, sino un entorno diseñado para conectar, inspirar y mejorar la calidad de vida de cada huésped.