Resiliencia y flexibilidad: el reto de la internacionalización corporativa
Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad ORT. Medalla de oro generación 2009.
En un mundo cada vez más interconectado, la internacionalización corporativa se ha convertido en una necesidad imperiosa para cualquier empresa de servicios que busque crecer y competir a nivel global. Sin embargo, este proceso conlleva tanto retos como oportunidades. Normativas diferentes, variaciones económicas y realidades culturales únicas son solo algunos de los obstáculos que se deben enfrentar y superar.
La pregunta entonces es: ¿De qué manera puede la internacionalización transformarse en el factor decisivo para asegurar el crecimiento y la competitividad de las empresas de servicios en el escenario global actual? ¿Cuáles son sus principales desafíos y condicionantes?
En el ámbito de la arquitectura, el camino hacia la internacionalización presenta retos específicos.
La interacción entre el contexto global y local, o el concepto "glocal", es crucial: pensar globalmente y actuar localmente es la columna vertebral de la estrategia corporativa de muchas empresas que han recorrido este camino con éxito.
Pero, aunque las macrotendencias en diseño, tecnología y materialidades tienden hacia la globalización, las realidades locales pueden ser ignoradas. Las condiciones del mercado, la disponibilidad de recursos y las diferencias en costos afectan significativamente la viabilidad de implementar ciertas tecnologías y materiales. Además, los presupuestos y las inversiones necesarias para proyectos arquitectónicos pueden diferir ampliamente según la economía y las normativas de cada país, lo que añade una capa adicional de complejidad al proceso de internacionalización.
Aprender a capitalizar la experiencia internacional no siempre significa que se pueda aplicar literalmente lo que funciona en un lugar a otro. Este es un aprendizaje continuo. Las tendencias arquitectónicas existen y guían el desarrollo, pero no todos los países avanzan al mismo ritmo en términos de implementación tecnológica. Las políticas gubernamentales, las idiosincrasias y las economías locales no siempre están en sintonía con estas tendencias.
Para ejemplificar cómo las realidades locales pueden interferir con las tendencias globales, consideremos el caso de la cobranza de estacionamientos en shoppings y espacios comerciales. En Latinoamérica, esta solución surge en respuesta a un problema es especialmente crítico en capitales con infraestructura de transporte deficiente, donde los centros comerciales suelen ubicarse en zonas densamente pobladas con un parque automotriz considerable. Con el aumento del parque vehicular gracias a la introducción de automóviles más accesibles y los shoppings transformándose en plataformas experienciales, la problemática se agudizó, impactando negativamente la experiencia de los usuarios. La respuesta más sencilla fue implementar sistemas de barreras y cobrar por el uso extendido del estacionamiento, ofreciendo horas sin cargo y la posibilidad de amortizar el costo del tiempo extra con compras en el centro comercial. Aunque varios países adoptaron esta solución rápidamente, en Latinoamérica, por ejemplo, las dudas sobre el impacto potencialmente negativo en la afluencia de consumidores dilataron la adopción de esta práctica, cuyo proceso de implantación tomó casi una década.
La resistencia al cambio es un obstáculo significativo. Muchas veces, se piensa que ciertas prácticas solo pueden implementarse en países más desarrollados, aunque las posibilidades reales sean mayores en otros lugares. La gran lección es que la globalización llega a todos lados tarde o temprano. Si no se adapta, alguien más lo hará. Por ello es vital permanecer atento a lo que sucede a nivel mundial y estar abierto al cambio.
El equipo que respalda a un ejecutivo que representa a una organización fuera de fronteras es parte crítica del éxito del proceso. La cultura organizacional y los recursos humanos juegan un rol preponderante en este camino. El liderazgo debe tener la apertura mental, flexibilidad, capacidad de aprendizaje rápido y la habilidad de capitalizar los errores para generar conocimiento valioso del mercado. No hay una receta única para la internacionalización ni un manual operativo definitivo: el primer paso es estar abierto al mundo y no tener miedo. Si una empresa es buena y competitiva, estará a la altura y encontrará la manera adecuada de entrar en un nuevo mercado.
Una vez que un C.E.O, una empresa o una organización sale fuera de fronteras, se descubre que el mundo no es tan grande como parece. Esto es comprobable incluso en el caso de Uruguay, un país chico donde todos se conocen; basta empezar a vincularse con otros mercados para comprobar que esa misma dinámica se da en muchos países del mundo, incluso en los más grandes. Con el apoyo de la tecnología y la democratización de los viajes, se confirma que somos la aldea global que profetizó McLuhan. Son más las cosas que nos unen que las que nos separan, y en esas diferencias están también las oportunidades para quienes desean crecer y enriquecerse como organización.
En conclusión, la internacionalización no es solo una oportunidad, sino una necesidad en el mundo de los servicios actuales. Permite expandir horizontes, aprender de diversas culturas y adaptarse a diferentes realidades económicas y normativas. Además, abre nuevos mercados y potencia el crecimiento económico. Si bien el camino puede ser desafiante, los beneficios de tener una perspectiva global y una ejecución local superan con creces las dificultades.
Es fundamental reconocer que el proceso de internacionalización exige una constante adaptación y aprendizaje. Cada mercado tiene sus particularidades, y la capacidad de una empresa para integrarse y prosperar en un nuevo entorno depende de su habilidad para comprender y respetar esas diferencias. Así, la internacionalización se convierte en un motor no solo de expansión, sino también de innovación y mejora continua, impulsando a las empresas a evolucionar y a mantenerse competitivas en un escenario global en perpetua transformación.
Lectura recomendada:
"Blue Ocean Strategy". W. Chan Kim y Renée Mauborgne
"The Innovator's Dilemma". Clayton Christensen.
"The Lean Startup". Eric Ries.
"Kiss, Bow, or Shake Hands: The Bestselling Guide to Doing Business in More Than 60 Countries". Terri Morrison y Wayne A. Conaway.
"When Cultures Collide: Leading Across Cultures". Richard D. Lewis.