Arquitectura Hospitalaria: los organismos artificiales del siglo XXI

Artículo escrito por Marcelo Danza, decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República de Uruguay y socio estratégico de Gómez Platero Arquitectura & Urbanismo para proyectos hospitalarios en Latinoamérica. 

Tiempo de lectura: 8 minutos

Hospital Británico, Policlínico Carrasco, Uruguay.

Marcelo Danza y Thomas Sprechmann

La arquitectura hospitalaria se ha consolidado en el último siglo como un área específica dentro del proyecto arquitectónico. El avance de las tecnologías médicas y el conocimiento científico sobre el cuerpo humano y nuestra capacidad de intervenir en él con técnicas seguras ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Las altas exigencias funcionales de esos espacios se traducen en la necesidad de un nuevo concepto de arquitectura.

También en el último siglo se desarrolló en la arquitectura una revolución tecnológica y formal sin precedentes en la historia. Este sincronismo posibilitó acompasar esos cambios con el surgimiento de nuevos edificios que dan cuerpo a esta nueva realidad. En las últimas décadas los tiempos de renovación del conocimiento y las tecnologías se aceleraron exponencialmente. Esto hizo del hospital contemporáneo un nuevo tipo de estructura edilicia caracterizada por su complejidad y cambio constante. Sus espacios acondicionados con alta tecnología actúan como aglutinante de diferentes mundos -contradictorios y complementarios- que componen la asistencia en salud hoy.

Centro Hospitalario Libertad, Montevideo, Uruguay.

Marcelo Danza, Thomas Sprechmann

El edificio hospitalario contemporáneo puede ser asimilado a una ciudad en pequeña escala o a un organismo artificial cuyas partes u órganos en su acople inteligente componen una nueva y compleja entidad. El Hospital es a la vez emergencia, laboratorio, quirófano y cuidados especiales como también hotel, espacio público y lugar de encuentro. Es cocina, centro de esterilización y lavadero y a la vez oficinas y salas de ateneos. Es morgue y nacimiento. Tiene calles públicas y restringidas, circuitos para la materia de desecho y para la asepsia. Cada parte a su vez debe ser contemplada en sus complejidades programáticas y tecnológicas. Cada una de ellas debe ser irrigada y drenada, debe tener sus redes de conexión y cumplir con sus exigencias funcionales. Pero además de esto, como en todo organismo, cada parte está en constante y necesaria evolución con la consiguiente pulsión de cambios arquitectónicos que esto genera.

Esta realidad nos enfrenta a una nueva condición de la arquitectura a la que nos interesa llamar como «arquitectura informada» en la doble lectura que esta palabra puede tener.

Por un lado, se trata de arquitectura «informe» en tanto que -al igual que todo organismo- nunca alcanza una forma final o definitiva. Por otro lado, necesita de constante «información» para sus nuevas y cambiantes reconfiguraciones. Esta característica se acentúa en la contemporaneidad empujada por la aceleración en los cambios tecnológicos y de los conceptos asistenciales. En el proyecto de arquitectura hospitalaria contemporáneo se ven alterados los habituales órdenes jerárquicos que anteponen conceptos compositivos y estéticos propios de la disciplina a las exigencias externas programáticas a ella. No puede existir buena arquitectura hospitalaria que no sea sensible y atenta al cambio constante.

Hospital Británico, Policlínico Carrasco, Uruguay.

Marcelo Danza y Thomas Sprechmann

Siete razones por las que confiarnos arquitectura hospitalaria:

  1. Equilibramos un amplio expertise en el programa hospitalario con el mejor diseño contemporáneo y en la “experiencia de usuario” del paciente la calidad arquitectónica del edificio es el primer diferencial que este percibe.
  2. Además de práctica profesional tenemos una intensa actividad académica que nos ha aportado un método de trabajo riguroso y creativo a la vez. La necesaria sistematización de resultados y acumulación de experiencia es una herramienta que nos ayuda a comprender la singularidad de cada caso.
  3. Trabajamos en estrecha colaboración con los médicos y los administradores hospitalarios de la institución que nos convoca pensando siempre en soluciones específicas y a medida de cada realidad. Damos prioridad a las prácticas de uso concretas de cada grupo médico ya que es a ellos y a los pacientes a quienes está destinado nuestro trabajo.
  4. Nuestra formación y experiencia en proyectos de escala urbana nos permite proyectar al hospital como una pieza única y reconocible en la ciudad y la belleza urbana del edificio es lo que primero identifica a una institución en la memoria de los ciudadanos.
  5. Aunamos experiencia tanto en edificios de nueva planta como en refuncionalizaciones de edificios existentes (y aún patrimoniales) y el constante cambio y evolución del “organismo hospital” exige la transformación interior de viejas estructuras edilicias concebidas para otras prácticas médicas. Nos preocupa utilizar al máximo lo existente, potenciando y sacando de él el mayor rendimiento posible. Esto es además de un beneficio económico para la institución un aporte medioambiental para la sociedad.
  6. Damos prioridad a las exigencias programáticas en las que incluimos tanto a los estándares internacionales como a las necesidades específicas de cada institución. No aplicamos “recetas” o soluciones preconcebidas ni imponemos nuestra voluntad en el proyecto arquitectónico. Antes que nada, el edificio hospitalario debe ser atento al correcto funcionamiento y las exigencias programáticas detectadas en el trabajo cercano y colaborativo con los destinatarios del proyecto.
  7. Nuestra práctica profesional se ha desarrollado en la compleja realidad latinoamericana lo que nos ha permitido acumular experiencia de trabajo en etapas, en base a pasos acotados económicamente, pero pensados para armónico un desarrollo en mediano y largo plazo. Como también pasa con muchas ciudades, la falta de planificación y visión prospectiva es una de las carencias más frecuentes que hemos detectado en los edificios hospitalarios. Su desarrollo prolongado en el tiempo y consolidado, generalmente en base a intervenciones urgentes y acotadas económicamente, han dado como resultado plantas caóticas que luego se hacen difícil de reencausar. De ahí la importancia vital de comprender los modos de gestión y las escalas de producción de cada institución. Es tan relevante concebir bien la estrategia del máster plan como comprender los tiempos y economías con las que trabajaremos.