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Programa:
Urbanización
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Estado:
Anteproyecto
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Fotografía:
Diego Velazco
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En un área cercana a la ciudad de Piriápolis se ubica Agreste, un desarrollo que apuesta a la vida natural en comunidad, a poner en valor la geografía serrana preservando sus cualidades ambientales y expresivas. Agreste es un territorio de encuentro compartido donde el anfitrión es la naturaleza misma, una comarca natural que se disfruta y amplifica en la experiencia vívida de un sitio extraordinario. Agreste habita entre la laguna y el mar, apoyándose en la premisa de «hacer de la naturaleza un hogar».
El proyecto consiste en un masterplan residencial ubicado en el Cerro de las Espinas, Maldonado, al que se llega desde la ruta 10, luego de transitar por Camino de los Arrayanes y posteriormente por la Av. Uruguay, donde se encuentra el acceso principal.
El alto valor paisajístico y las cualidades naturales del entorno generan una sucesión de visuales que se aprecian desde el predio, en una secuencia casi cinemática. La topografía permite abarcar el territorio circundante y darle valor a los tres paisajes que se perciben desde las alturas: el propio cerro, el mar, y la laguna.
Se define una normativa que determina un área sugerida de actuación al interior de cada predio, donde sería recomendable situar las viviendas a construir. Esto da como resultado zonas de ocupación de aproximadamente 750 m² más un área de estacionamiento, mientras que el resto de cada terreno, con dimensiones variables dependiendo del lote, permanece intocado. La determinación de estas áreas de actuación responde directamente a la voluntad de preservar la esencia del lugar, teniendo en cuenta la presencia de especies vegetales de valor, así como las perspectivas desde los diversos puntos de la altimetría.
Se procura mantener despejada un área en una zona central entre las manzanas, con el objetivo de resguardar sus cualidades naturales, posibilitando la construcción de servicios compartidos, gracias a su ubicación y geometría privilegiadas. Se preservan áreas de «reserva verde» que ofician de lugares de encuentro para los residentes, en la naturaleza. Asimismo, los intersticios libres entre áreas acotadas de actuación permiten el atravesamiento del territorio, preservando el vínculo con el entorno. En este contexto, la respetuosa calidad de diseño, la discreta y precisa ejecución y el cuidado nivel en el detalle, son marca de identidad de la propuesta, lo que también se explora en el trabajo de desarrollo de la identidad visual de marca realizado por el estudio.
Agreste es consecuente con las pautas que se pone a sí mismo para respetar el entorno en el que se inserta. A partir de un riguroso análisis, muy arraigado en la realidad de cada lote en términos de vegetación y paisaje, los lineamientos que se acuerdan permiten que «hacer de la naturaleza un hogar» defina, efectivamente, el carácter de la intervención. El proyecto permite una perfecta alineación con las convicciones de los futuros residentes en términos de la esencial preservación del hábitat natural y la defensa de sus cualidades ambientales, subordinando la acción humana al protagonismo multi-sensorial del ambiente natural.