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Programa:
Deportivo
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Estado:
En construcción
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Superficie:
36 400 m²
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Gran Parque Central es un estadio de fútbol tipo mundialista, propiedad del Club Nacional de Football, ubicado en el barrio La Blanqueada. Forma parte de un complejo que incluye un centro polideportivo con canchas de tenis, vóleibol y básquetbol, y comparte la manzana con predios de construcciones bajas de uso principalmente residencial.
El complejo recibe gran afluencia de público en eventos y posee una actividad continua y cotidiana, que califica y activa el espacio urbano a escala barrial y de la ciudad.
Este escenario deportivo ha sufrido múltiples modificaciones y ampliaciones desde principios de siglo xx. En esta etapa, el proyecto tiene como premisas aumentar su capacidad a 40.000 espectadores y cumplir con las resoluciones técnicas fifa que lo habiliten a recibir campeonatos internacionales, dar las mejores prestaciones de visibilidad y accesibilidad para las tribunas, y relocalizar los palcos comprometidos por la institución. La obra se planifica en dos etapas para no interferir con las fechas de campeonato.
Estratégicamente, la propuesta busca dialogar con la historia del estadio de más 100 años, reconociéndola, preservando sus componentes de valor patrimonial y simbólico e integrándose a un relato que admita el futuro crecimiento. A su vez, la relación del estadio con la ciudad es primordial, y debe ser concebido como un artefacto abierto y amigable.
Para lograr una adecuada inserción urbana, el nuevo perímetro del estadio articula las restricciones y oportunidades de la parcela, al crecer sobre su propio terreno, evitando invadir espacio público y la compra de terrenos linderos. La ampliación se localiza en dos sectores: sobre General Urquiza y hacia el polideportivo. Se abre una calle interna que descomprime las múltiples actividades y define dos áreas: el estadio y el polideportivo.
La propuesta establece un nuevo eje de simetría que desplaza el eje original para conformar una nueva concavidad. Esta geometría contiene las nuevas gradas, facilita la visión de los espectadores y proporciona flexibilidad en términos de capacidad y experiencia de uso.
Las galerías de circulación suponen tres plataformas de esparcimiento de los usuarios que, uniformemente repartidos en la altura, garantizan el desplazamiento de los peatones entre el paisaje interior del estadio y la ciudad. Los dispositivos de acceso y evacuación se optimizan para evitar que grandes multitudes recorran largas distancias.
Formalmente la ampliación integra el estadio original y apuesta a resolver la fachada de forma uniforme con una única envolvente que define el perímetro, lo que aporta una identidad única a la sumatoria de soluciones arquitectónicas realizadas en el pasado. El volumen se abre al paisaje próximo mientras que las grandes escaleras y plataformas de acceso expresan la apertura y accesibilidad para el público. Su transparencia revela la energía y actividad que la transformarán en una nueva y vibrante pieza del barrio.