Edificio corporativo | Perú

La propuesta arquitectónica plantea un edificio que se vuelca hacia una esquina, reservando para ella el acceso de doble altura, con jardines suspendidos y diferentes volúmenes que dan sentido a la composición. 

Para maximizar la calidad del área comercializable, se aprovecha al máximo el área edificable permitida por las regulaciones de construcción del distrito. Esta estrategia busca aumentar la presencia y visibilidad del proyecto desde la avenida principal, al mismo tiempo que proporciona una escala urbana acogedora para los peatones en la intersección con la plaza de acceso.

El conjunto edilicio se compone de una planta baja y 17 niveles, más 9 niveles de subsuelo destinados a estacionamiento. El núcleo de circulación vertical, servicios y ductos técnicos se ubican sobre la esquina «ciega» del predio, otorgando así la mayor flexibilidad a la planta libre, y permitiendo distintas conformaciones en las plantas de oficinas. El acceso es un espacio relevante en la composición, concebido como un vestíbulo urbano, una pequeña plaza elevada por sobre la Avenida, eliminando las barreras arquitectónicas y potenciando la accesibilidad.

Tanto en la concepción como en la previsión constructiva, se aplica una visión racional de largo alcance que haga un uso acertado de las fuentes de energía, utilizando sistemas pasivos a través de ventilación natural, protección solar y el control de la climatización, el tratamiento de las aguas y la inclusión de sistemas de captación de la energía solar.

En la materialidad asignada a las fachadas se podrán distinguir diferentes sectores que relatan la funcionalidad interior, sin perder la imagen integral del conjunto. La selección de materiales procura la transparencia, liviandad y la multiplicidad de reflejos que generan las construcciones del entorno inmediato y la ciudad en las fachadas del edificio.