Guayaquil, Ecuador
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Programa:
Urbanización residencial
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Estado:
Proyecto en desarrollo, 2021
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Superficie:
4,2 ha.
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Fotografía:
JAG Studio, Roi Marketing
El Parque es una nueva urbanización residencial en la Isla de Mocolí, en Samborondón, Guayaquil. El predio posee una fuerte identidad asociada al entorno natural, alto valor paisajístico y se encuentra en el corazón de una importante zona de barrios privados.
El proyecto está compuesto por 60 unidades en lotes individuales y multifamiliares con una extraordinaria dotación de áreas compartidas naturales. Solo el 50% del terreno será destinado a lotes privados con superficies de alrededor de 420 m² cada uno.
La clave de la propuesta es en generar un hábitat cuyo valor específico sea el paisaje y el vínculo con la naturaleza. El corazón del proyecto es el parque, un sistema articulado de áreas comunes en el que las vías internas, los jardines temáticos y amenidades como gimnasio, piscina, pet garden, cancha de tenis y barbacoas, fomentan el vínculo entre la comunidad.
Las unidades residenciales, de entre 125 y 145 m², se presentan como construcciones aisladas de uno o dos niveles. Se emplazan en lotes individuales con frentes de al menos 15 m y profundidades medias de 28 m. Los lotes costeros, de mayor área, se complementan con dos macro lotes multifamiliares para alojar residencias apareadas.
Todos los componentes urbanos y arquitectónicos se apoyan en la marca de identidad del desarrollo, calidad de diseño, ejecución y nivel de detalle. La identidad expresiva del conjunto se construye a partir de líneas depuradas y lenguaje contemporáneo, con volumetrías que apelan a la expresividad de su propia materialidad.
Cubiertas planas voladas y volúmenes articulados con diversas terminaciones garantizan una controlada diversidad y armonía expresiva. Grandes aberturas vinculan las áreas interiores con espacios exteriores, propios y compartidos, que están acondicionados para el disfrute de sus residentes.
Las acciones sobre el diseño paisajístico del conjunto son muy relevantes porque integran las áreas urbanas compartidas y los jardines frontales de cada residencia al tiempo que amplifican la presencia de la naturaleza.
