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Programa:
Hospitalario
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Estado:
En construcción
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Estudio Asociado:
Danza Cotignola Staricco
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Créditos:
Video drone: Jaime Flores
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El proyecto para el Hospital Ángeles en México, consiste en una torre de consultorios ubicada frente al complejo hospitalario del que forma parte.
El edificio cuenta con 7 niveles en base a plantas tipo de consultorios individuales y colectivos, 2 niveles para el servicio de cirugía ambulatoria, salas multiuso, gabinete express para estudios de imagenología, servicios y estacionamiento. La especificidad del programa y el funcionamiento del edificio, en especial en las áreas más sensibles, hacen que la disposición y relación entre los espacios y las circulaciones sean el resultado de un riguroso análisis funcional.
La selección de este predio se basa en su cercanía con otras dependencias con las que tendrá vinculación, mientras que su posicionamiento en esquina otorga protagonismo a la intervención. La propuesta de la configuración en vertical responde a una voluntad de ocupar la menor cantidad de suelo posible, liberando espacio para futuras ampliaciones del complejo hospitalario.
De planta cuadrada, el edificio se sitúa en la esquina y está acompañado por un edificio independiente de parking techado y por un estacionamiento a cielo abierto, ocupando los otros tres cuadrantes del predio. Próximamente iniciará la construcción de un puente con el fin de unir la torre al complejo que se ubica al otro lado de la calle.
Las dos plantas tipo de consultorios (individuales y colectivos), se estructuran alrededor de un núcleo circulatorio con cuatro elevadores. La concentración de la circulación vertical en el centro del edificio permite liberar las fachadas, ofreciendo vistas despejadas hacia todas las orientaciones. Esta decisión de partida aporta a los consultorios, a sus correspondientes salas de espera y a los pasillos un contacto franco con el exterior. Por otra parte, el personal de salud cuenta con accesos independientes para evitar el encuentro con los pacientes en las salas de espera.
En el nivel del acceso al edificio, un gran lobby en doble altura cuenta con la presencia escultórica de una escalera caracol que une la planta baja con el nivel del gabinete express, un sector con consultorios especializados y locales para estudios complementarios. Más allá de los pacientes específicos de la torre, la misma podrá recibir a aquellos derivados de otros servicios del complejo hospitalario existente. A tal fin, se previó el proyecto de un puente externo que será una vía de conexión rápida con el resto del complejo.
Siguiendo la tendencia de que los edificios destinados a la atención de la salud ofrezcan una experiencia exclusiva, más propia del ámbito de la hotelería, el uso de materiales pétreos, la madera y el metal aportan valor en relación a los recintos médicos tradicionales.
Asimismo, en línea con una voluntad de diferenciarse de otras instituciones, se propone la presencia de una serie de espacios “verdes” en múltiples alturas, capaces de romper con la volumetría de la torre. A modo de pequeños oasis, estos espacios aportan un sorprendente contacto con la naturaleza, y constituyen el primer punto de referencia visual al descender de los elevadores en los diversos niveles.
En los pisos 10 y 11 se ubica el Servicios de Cirugía Ambulatoria. La misma cuenta con 8 quirófanos, un área de pre- y pos- operatorio de 24 boxes, una Central de Esterilización y otros servicios anexos. La decisión de rematar el edificio con espacios que podrían considerarse más privados o “internos” responde a la necesidad de este paquete programático de aislarse a nivel funcional y contar con infraestructuras específicas propias de un servicio de cirugía. Para tal fin, se define un piso técnico en la parte superior, aprovechando el espacio de la azotea. Estos dos niveles de remate se organizan en base a diferentes tipos de flujos, distinguiendo principalmente los públicos de aquellos de uso interno. La circulación, tanto de los pacientes como del personal de la salud, es objeto de un cuidadoso estudio que tiene en cuenta los grados de asepsia necesarios para el programa, demarcando las áreas “blancas” de aquellas con menores restricciones.
Finalmente, la materialidad de la piel que envuelve al edificio, compuesta por tres tipos de vidrio en módulos delgados de tonalidad verde, blanca y transparente, aporta una imagen variada pero cohesiva que da verticalidad al conjunto. La presencia de la vegetación, parte integral de la torre, junto con expansiones puntuales que responden a las espacialidades particulares dentro del programa, sumados al tratamiento unificador del basamento, convierten al proyecto en una incorporación de gran valor para México.