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Programa:
Usos Mixtos
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Estado:
Anteproyecto
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Superficie:
326.094 m²
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El terreno anteriormente ocupado por el Miami Herald se presenta como una oportunidad para un desarrollo arquitectónico de escala significativa y alto impacto en el skyline de Miami, ubicado entre el Downtown y el distrito de Brickell, con una extensión de 240 metros frente a la Bahía de Biscayne.
El anteproyecto de usos mixtos Miami Bay Towers se emplaza en una destacada franja costera de Miami continental de 22.890 m², delimitada al norte por el acceso a Venetian Causeway y al sur por la autopista A1A, frente a las Venetian Islands, en el corazón de la Bahía de Biscayne. La ubicación estratégica del terreno, en una zona equipada con infraestructuras clave como el Bicentennial Park, el PAAM (Pérez Art Museum Miami), los Waterfront Walkways y el circuito del People Mover, un sistema de transporte elevado que conecta eficientemente los puntos neurálgicos de la ciudad y facilita el acceso entre distritos culturales, comerciales y turísticos, sugiere una intervención que realce la relación entre arquitectura y naturaleza. Este entorno establece una base sólida para una obra icónica que capture la esencia de Miami y enriquezca el frente marítimo de la bahía.
La propuesta arquitectónica diseña una intervención que desafía los esquemas formales tradicionales mediante el diseño de cuatro torres de silueta irregular y basamentos multifuncionales, con el objetivo de maximizar la calidad visual y funcional del espacio, integrándose de manera fluida con el borde costero y el entorno urbano.
El proyecto contempla la construcción etapabilizable de las cuatro torres en pares, lo que permite una implementación gradual que optimiza tanto la logística constructiva como la rentabilidad del desarrollo en cada fase. La disposición de las torres y sus basamentos permite adaptar el proyecto a distintas etapas de construcción sin comprometer la cohesión arquitectónica del conjunto.
Las torres, concebidas como volúmenes poliédricos, rompen con la ortogonalidad habitual en desarrollos de altura, adoptando una geometría de facetas y ángulos que se desplazan extendiendo la longitud de las fachadas y multiplicando los frentes disponibles. Este tratamiento arquitectónico permite no solo optimizar las vistas cruzadas entre las torres y hacia el Downtown, sino también minimizar las interferencias visuales entre edificios, generando una silueta escalonada que enfatiza la verticalidad y reduce la percepción de masa para conformar un conjunto articulado “sin espaldas”.
Cada torre se despliega en planta mediante retranqueos sucesivos que, al ascender, definen una forma dinámica y orgánica, creando un skyline singular que se distingue dentro del entorno urbano de Miami. La fragmentación controlada de las fachadas permite además una mayor captación de luz natural y ventilación cruzada, cualidades claves para un proyecto en la Bahía de Biscayne, mejorando así el confort interior y la eficiencia energética de las unidades residenciales y hoteleras.
Las dos torres ubicadas en los extremos del terreno están diseñadas para actuar como anclas visuales, mientras que las dos torres centrales, ligeramente retrasadas, completan el conjunto, aportando continuidad al skyline y optimizando la interacción entre el espacio urbano y el borde costero.
El conjunto arquitectónico se articula en dos podios que actúan como basamentos de las torres y se vinculan mediante un paseo comercial que recorre la ribera de la bahía. El Podio A sostiene las torres residenciales 1 y 2, e incorpora un sports bar, un spa, áreas de estacionamiento y 48 Bay Residences ubicadas en los niveles superiores del basamento. El Podio B integra una torre residencial y una torre de uso mixto, en la que se combinan residencias y un hotel; en su base alberga un business center y un fitness center.
Las torres 1, 2 y 3 comprenden un total de 177 residencias cada una, distribuidas en 59.300 m². La torre 4 combina programas hoteleros y residenciales, alojando 158 residencias, de las cuales 8 son pent-houses en los niveles superiores. Los niveles inferiores de cada podio contienen las amenidades y los espacios de estacionamiento. El hotel cuenta con 300 habitaciones, abarcando un área total de 50.100 m² destinados a renta.
El conjunto edilicio ofrece una variedad de tipologías y configuraciones: los pent-houses, denominados Sky Residences, abarcan superficies de entre 500 y 800 m²; las Panoramic Residences se extienden de 277 a 332 m², mientras que las Bay Residences, situadas en el cuerpo del basamento, presentan tipologías que oscilan entre los 150 y 190 m².
El diseño arquitectónico del conjunto incorpora un sistema estructural híbrido, con núcleos de circulación vertical reforzados y un entramado perimetral de columnas inclinadas que distribuyen la carga de forma óptima hacia el basamento. Esta configuración permite liberar las fachadas de elementos estructurales convencionales, creando planos limpios que maximizan las vistas y generan juegos de luces y sombras dinámicos en las fachadas a lo largo del día.
Los voladizos y retranqueos que caracterizan las fachadas también cumplen una función estructural, actuando como elementos de refuerzo lateral y aportando estabilidad frente a las cargas de viento en una zona propensa a huracanes. La silueta resultante es visualmente distintiva y vibrante, con un perfil que varía según el punto de observación, proyectando una imagen contemporánea en el skyline de Miami.
La estructura de basamento de las torres se organiza en múltiples niveles que albergan estacionamientos, áreas comerciales y espacios de amenidades. La imposibilidad de construir subsuelos debido a las condiciones del terreno —localizado sobre estratos pantanosos— exige soluciones estructurales específicas, ubicando las plataformas de estacionamiento en los primeros niveles y ocultándolas tras una fachada activa de locales comerciales y servicios de alto perfil. Estas fachadas se diseñan con planos inclinados y poligonales que replican la geometría de las torres, generando un lenguaje arquitectónico cohesivo y cóncavo hacia el centro de la bahía.
Para ajustarse a las funciones de cada nivel, el basamento se reconfigura en sección, incorporando rampas de acceso vehicular y un área de drop-off central que facilita la circulación hacia los lobbies de cada torre.
En el nivel de la franja costera, se despliega un paseo peatonal que conecta el proyecto con las marinas y el museo adyacente, estableciendo una continuidad espacial entre la calle 14 y el borde de la bahía. La propuesta utiliza la plataforma sobre el agua, remanente de una antigua estructura de antena, que, al retirarse el elemento vertical, deja expuesta una base robusta y adaptable. Sobre esta estructura se plantea la creación de un muelle paisajístico, destinado a usos recreativos y de marina, consolidando una nueva interfaz con el entorno costero.
Bajo el viaducto de acceso a la autopista, se incorpora un pasaje peatonal a lo largo de la ribera, garantizando una conexión continua con el museo y unificando los recorridos públicos. Este paseo se concibe como un espacio público que articula las áreas comerciales de los basamentos con plataformas dedicadas a actividades recreativas y gastronómicas. La intervención organiza un sistema de terrazas y decks orientados hacia la bahía, configurando un nuevo nodo de atracción urbana en el Downtown de Miami y fortaleciendo la relación entre los espacios interiores y el entorno natural de la costa.