Museo de Arquitectura y Diseño de Cracovia | Polonia
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Programa:
Educativo, cultural y deportivo
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Estado:
Anteproyecto, 2023
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Superficie:
25 900 m²
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Estudio Asociado:
Studio Woodroffe Papa
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Finalista en un concurso internacional para transformar el antiguo Hotel Cracovia de la ciudad de Polonia en un nuevo museo de arquitectura y diseño, la propuesta resalta el valor patrimonial y arquitectónico del volumen existente, preservando sus cualidades históricas y culturales.
El cometido del concurso internacional fue la transformación del antiguo Hotel Cracovia —ubicado junto al Museo Nacional de Polonia, en las afueras de la Ciudad Vieja de Cracovia—, en un nuevo museo de arquitectura y diseño. El equipo, compuesto por Gómez Platero, el estudio Woodroffe Papa, Wojciech Fudala y Justyna Boduch, presentó una propuesta que se destacó como una de las cinco finalistas.
El proyecto se basa en tres decisiones primarias que sustentan su desarrollo: respeto por el patrimonio, conexión urbana, y la construcción de un nuevo hall.
Respeto por el patrimonio
El anteproyecto tuvo como una de sus bases conceptuales la preservación del patrimonio instalado y la valorización de la arquitectura modernista de los años 60 —de la cual el antiguo edificio del hotel es un claro exponente— resaltando las cualidades arquitectónicas del volumen original. El desafío principal recayó en hacer viable un nuevo programa cultural con necesidades de recintos espaciosos, a partir de un volumen compacto y compartimentado.
Estrategia urbana
Otro de los objetivos del proyecto es crear un eje urbano que se extiende desde el Museo Nacional hasta el río Vístula, pasando por la definición de un jardín urbano completamente nuevo. El propósito de esta estrategia es transformar el carácter compacto e introvertido del edificio existente en un punto abierto y reconocible dentro del espacio urbano de Cracovia.
La plaza de acceso al edificio es un espacio de gran importancia por su capacidad para convertirse en un lugar de encuentro y alojar diversas actividades: exposiciones, ferias, espectáculos y conciertos, entre otros. Una rampa que comienza a nivel de la plaza lleva hasta el subsuelo y también conecta con los niveles superiores del nuevo museo. El pasaje subterráneo no sólo brinda acceso y otorga mayor espacio en los niveles superiores —ya que los estacionamientos pasan a estar en el subsuelo de la plaza— sino que también pretende ser usado como un recinto capaz de albergar exhibiciones, funcionando como un preámbulo al museo.
Construcción de un nuevo hall
Mediante un nuevo volumen acristalado ubicado sobre la parte posterior del antiguo hotel, se genera un espacioso hall que brinda una imagen renovada al conjunto. Logrando una sinergia con el entorno enjardinado, el nuevo volumen conecta, al interior, con el antiguo hall de entrada.
El uso del hormigón armado en la estructura del basamento y la parte superior de la estructura original, compuesta de elementos prefabricados, resultaban innovadores para la época en que fue construido el edificio. Dado su valor patrimonial, se toma la decisión de conservar su imagen, sustituyendo los elementos originales por otros nuevos que permitieran el acondicionamiento del nuevo programa.
Al interior del edificio, el programa se organiza en 3 núcleos o circulaciones: el núcleo central, de uso público, para la circulación interna del museo, busca preservar una escalera histórica construida con materiales nobles. La segunda circulación, de carácter privado, se relaciona con la distribución de las obras de arte dentro del museo, así como con los servicios y el restaurant. El tercer núcleo ofrece la flexibilidad de acceder a él de forma totalmente independiente a los demás núcleos, sirviendo a un sector de residencia de artistas y espacios de oficina. Este sistema de circulaciones diferenciadas constituye un valor agregado del proyecto, logrando que las diversas actividades convivan simultáneamente, sin interferencias.
La sostenibilidad en la selección de los materiales, el uso consciente de la energía, así como la huella de carbono del proyecto fueron preocupaciones constantes durante el proceso de diseño. Asimismo, la preservación del patrimonio cultural y la valorización de la arquitectura de la época quedan plasmados en el trabajo de identidad gráfica, que utiliza la fachada del edificio original como elemento de inspiración para un proyecto que logra, con éxito, readaptar un edificio histórico a un programa cultural contemporáneo.