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Programa:
Urbanización
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Estado:
Anteproyecto, 2014
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Superficie:
41 800 m²
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La Bahía del Puerto del Buceo, al este de la playa Pocitos, es un punto destacado en la línea costera de Montevideo y tiene un significado emblemático en la extensión de la rambla de la ciudad. El edificio del Yacht Club Uruguayo, inserto en el mismo predio, es reconocido como monumento histórico nacional y contribuye de manera singular al perfil marítimo de la ciudad.
La península y la bahía están marcadas por elementos urbanos clave como la Rambla, la Av. Luís Alberto de Herrera y la calle 26 de marzo, que las conectan con el resto de la ciudad.
La propuesta redefine los límites del sector, creando nuevas áreas de espacio público que enriquecen la ciudad. Esta propuesta incluye usos comerciales, terciarios y gastronómicos, expandiendo las opciones de uso para la comunidad y convirtiéndose en un centro de actividades relacionadas con el ocio, el deporte y la cultura. Además, esta iniciativa amplía y realza la Rambla de Montevideo, un espacio público emblemático frente al mar.
El proyecto se desarrolla en dos niveles: la Rambla en la parte superior y el varadero en la parte inferior, junto al espejo de agua y sus actividades actuales vinculadas al Yacht Club Uruguayo.
La estructura de la propuesta se diseña de manera que la edificación y el suelo se integren armoniosamente, preservando el equilibrio con el entorno natural. La ocupación principal se encuentra bajo el nivel de la Rambla, permitiendo que el espacio edificado forme parte del entorno terrestre. Las cubiertas de estas áreas se transformarán en jardines verdes, ampliando la percepción del espacio libre en la Rambla.
Se ha planificado la creación de un paseo costero que incluye áreas para la pesca artesanal, una plaza del mar, y locales de apoyo logístico y comercial.
La plaza central, en el nivel del varadero, une diferentes usos y escalas, ofreciendo un lugar donde se integran distintos recorridos peatonales. En este espacio se encuentran locales gastronómicos, áreas comunes del hotel y un espacio verde con jardines. Los bordes de la plaza se conectan en diferentes niveles, permitiendo experiencias espaciales únicas.
La propuesta se estructura como un continuo donde área edificada y suelo se hibridan para establecer un respetuoso equilibrio entre paisaje natural y espacio edificado. La ocupación dominante se configura por debajo del nivel de rambla, donde el espacio edificado se comporta como parte del suelo. Las cubiertas de estos sectores se tratarán como jardines verdes que dilatarán la percepción del espacio libre de la rambla. Por encima de este nivel se disponen tres cuerpos edificados separados entre sí. Cada uno de ellos cuenta con tres niveles y un gálibo destinados a área de oficinas, hoteleria y anexos de uso del espacio natural y enriqueciendo la ciudad.