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Programa:
Residencial
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Estado:
Anteproyecto
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Superficie:
7500 m²
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Estudio Asociado:
JDVA
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En una ubicación privilegiada, sobre la Rambla de la Playa Mansa de Punta del Este, Vila 30 surge como un programa residencial con vistas al mar en todas las unidades del complejo. Con amenidades comunes y en medio de un entorno enjardinado, el proyecto de 17 casas acerca un nuevo estilo de vida a la zona de la Parada 30 de Playa Mansa.
Gómez Platero se une al estudio Juan Diego Vecino para brindar a la Parada 30 de la Playa Mansa de Punta del Este un nuevo concepto residencial, en un sector de viviendas y terrenos de gran tamaño. Vila 30 es un conjunto de 17 casas que van desde los 159 m2 a los 192 m2, con amenidades que aseguran el disfrute durante todo el año.
Con la menor intervención posible en el territorio, el proyecto se despliega en un gran terreno de 7500 m², el cual se moldea a través de plataformas creadas con muros de contención en piedra. Las residencias se disponen en los diferentes niveles del aterrazado, organizadas en arco, con el fin de maximizar las vistas a los atardeceres de la Mansa. Esta gradación en niveles asegura que las unidades ubicadas sobre el fondo del terreno se eleven sobre las del frente, y cuenten con vista al mar en su recepción y dormitorios principales, un sello distintivo del proyecto.
Vila 30 ofrece dos tipologías principales de casas. La primera cuenta con recepción en planta baja, integrada con un espacio de barbacoa y deck, lo cual extiende el área social hacia afuera y le asegura a cada unidad su propio espacio enjardinado, así como 3 o 4 dormitorios en planta alta. Las 8 casas que se encuentran en la primera plataforma, a la que se accede por la calle posterior, corresponden a esta tipología.
Las casas, configuradas como dúplex apareados, rodean un sector central de amenidades que incluye piscina abierta, solárium y gimnasio semi-enterrado. La barbacoa se encuentra sobre un lado del terreno, de modo de no molestar a las unidades, así como un sector de baulera para el almacenamiento de tablas de surf, bicicletas, etc.
Bajando hacia la Rambla por los siguientes niveles del aterrazado, hasta llegar a la primera línea, encontramos otra tipología que cuenta con las recepciones y master suite en planta baja, pero cuyos dormitorios se encuentran en un semi-subsuelo, según lo permite la normativa. De esta forma, tanto las casas al fondo del terreno, como las de primera línea, tienen excelentes vistas, terrazas generosas, contacto con el verde del enjardinado y conexión con los espacios comunes y las amenidades que congregan a todos los residentes.
Al igual que en la primera tipología, las unidades pueden ser de 3 o 4 dormitorios, cuentan con barbacoa y jardín privado, y aseguran el contacto con el verde desde el área de recepción de todas las casas, manteniendo vistas al mar tanto en la recepción como en la master suite, evidenciando el nivel de detalle y cuidado en el diseño.
Buscando que los residentes participen de la comunidad, se crean jardines y caminería que aseguran que todas las casas tengan su recorrido peatonal directo hacia la playa, minimizando el impacto del automóvil y asegurando que la experiencia de caminar y habitar el complejo sea una de conexión con la naturaleza. Buscando que el espacio de estacionamiento y circulación de autos interfiera lo menos posible con la circulación peatonal y el disfrute, y que no haya que pasar frente a las unidades para acceder a los estacionamientos, se brindan dos puntos de acceso vehicular en planta baja, con control de entrada por la Rambla y por la calle paralela.
El uso de materiales nobles como el hormigón, la madera y la piedra busca acentuar la conexión con el entorno natural y transmitir una estética pura y cálida. El foco en la creación de volúmenes simples y el logro de una arquitectura de líneas rectas y puras se repite a lo largo del proyecto, logrando un diseño de alto nivel que se adapta perfectamente al entorno en el que se inserta.